-¿Puedes ser sincero por una vez? No te estoy pidiendo honestidad, es sinceridad lo que quiero - Ella estaba pidiendo lo que necesitaba, lo que quería. A veces uno piensa que querer es menos que necesitar. Si sólo "quieres" algo, no es tan necesario entregarlo como cuando alguien "necesita" algo, pero la realidad no es así, a veces el querer es más fuerte que el necesitar, el querer implica una voluntad de parte de quien quiere, que no existe en la necesidad. Esa voluntad hace del querer una actividad mucho más importante y, de alguna forma, más bella...o al menos eso era lo que Ella creía.
-No entiendo - Él, como tantas otras veces, tuvo que pedir una explicación mas pormenorizada de las necesidades (o, en este caso, peticiones) de Ella. Ese era su problema justamente. No existía un "Ellos" porque todo lo que Ella decía, era inentendible para Él...o lisa y llanamente ignorado por Él.
-No importa.- Nuevamente Ella iba a dar una batalla por perdida, ¿qué importa si no le entiende? de todas maneras, como contestó, no era nada importante.
-No, si importa. Dime, quiero entender.- La respuesta de Él sorprendió a Ella, no esperaba que Él fuera a insistir, pensó que lo dejaría, pensó que le diría "ok" y seguirían ese almuerzo, como siempre, pero no.
Él no iba a dejar que otra conversación de ambos terminara con un "ok" y quedarse sin conocer otra faceta de la mujer que tenía al frente, no iba a dejar que sus muchos temores lo frenaran al avanzar hacia lo que fuera que Dios tenía planeado para ellos.
-¿Qué es lo que sientes por mi? en serio, de verdad, lo que piensas en la noche antes de dormir, lo que sientes cuando te acuerdas de mi en el día. No quiero una historia bíblica o un discurso planeado, quiero saber si tienes sueños y planes, si cuando ves familias en el supermercado piensas en la idea de una familia conmigo. Quiero que me muestres algo de tu corazón, quiero sinceridad.- Lo había dicho, todo lo que Ella si había estado pensando, Ella si se imaginaba una familia con Él, pensaba en las peleas y en las reconciliaciones. Pensaba en los cumpleaños, primeros días de clases, navidades, años nuevos y viajes. Gustaba incluso de las facetas de Él que nadie más quería, gustaba de su humor y no le importaban muchos de sus defectos. Ella si estaba dispuesta a tener una relación con Él, pero sólo si Él era capaz de abrir su corazón a ella, de mostrarse vulnerable y dejar, por una vez, de levantar barrera tras barrera de protección ante la mujer con la que, según Él había dicho, planeaba pasar el resto de su vida.
- Ya te dije lo que siento por ti, fuimos a un lugar a conversar y me declaré! - Él no podía creer que ella pasara por sobre todo lo que Él le había dicho ya. Es cierto, no había hablado de supermercados ni familias ni mucho menos pero porque no se le había ocurrido, ahora sería estúpido decirle que si a todo eso, porque Él ya había dicho lo que sentía, que era lo mismo que ella quería pero con otras palabras, más planificadas, y ordenadas, que según Él pensaba, era la mejor forma de haberse expresado con Ella.
-Ok.- Ella sabía que dejar esta batalla iba a ser doloroso, que iba a costar volver a mirar familias y no pensar en Él, pero se haría más fácil cada día con la convicción de que un hombre que no podía entender una petición tan importante de su corazón, no podía ser quien llenara su cabeza de esos proyectos.
-Ok.- Contestó Él, sabiendo que con esa expresión, el miedo otra vez estaba poniendo fin a lo que podría haber sido.
