La tarde ya caía en la ciudad de Temuco y el cielo hacía gala de la gran gama de colores que ostenta casi todos los atardeceres de primavera.
El día, 7 de octubre, uno como cualquier otro. Ella, la Cristiana, la hija, la amiga, la estudiante, la ex, había salido hace exactos 15 minutos del supermercado y ya iba en un colectivo de vuelta a casa. El día y lo avanzado del año le pesaban en los pies y los hombros, pero a pesar del cansancio y de cómo sentía que los párpados le pesaban, iba atenta observando el camino. Le gustaba hacer eso, le maravillaban las diferencias entre las personas, y las flores en los árboles donde hace un par de meses no había nada y cómo el cielo podía mostrar colores tan extraños para un cielo como rosado e incluso a veces observaba edificios nuevos y le gustaba recordar qué había ahí antes.
El colectivo se detiene frente a la Universidad Autónoma de Chile, es un edificio que busca verse imponente, con columnas que parecen de una edificación Griega, pero es sólo una fachada, y una fachada que hace que el edificio en sí se vea fuera de lugar, como alguien vestido de gala en un asado en el campo. Ella, sumergida en sus pensamientos no vio lo que pasaba fuera del colectivo ni quien se había subido hasta que ese alguien decidió poner su mano en el hombro de Ella para llamar su atención.
-What the...?!
-Aún hablas en inglés indistintamente aunque la gente no te entienda?
-Si...
-Cómo estás? hace mucho que no te veía, que raro encontrarnos ahora.
-Si...o sea...no sé. Estoy bien....y t...Qué tiene de especial ahora?
-Nada...o sea, me han pasado cosas...pero no, nada.
-No te entendí nada. Supongo que no importa. Cómo has estado tu?
-Bien...
Ella no quería saber, no tenía por qué querer saber, pero esos puntos suspensivos, esa falta de seguridad en el "bien" sumado a su maldita curiosidad constante y casi patológica, la llevaron a preguntar.
-Bien, bien? o mas o menos no más.
-Mas o menos no más en realidad, es que terminé con mi polola
-Ah, estuviste pololeando
Ella sabía que estuvo pololeando, sabía también que había terminado. Estar informada sobre su vida no era prioridad, pero algunas visitas ocasionales a su facebook en momentos de procrastinación la habían llevado a recopilar esa información.
-Si...como 10 meses.
Ella no le había preguntado, era información que no tenía pero era irrelevante.
-Ah...pucha que lata.
-Si.
-...
-Tu?
-Yo qué?
-Estás...en pareja?
-No
-Ah.
-Donde vas?
-Cómo?
-En este colectivo...donde vas?
-Ah...no...es que me subí porque te vi a ti adentro.
-...no entiendo.
-Es que te vi, y me sentía mal, y me acordé de lo bien que la pasabamos...antes de terminar.
Ella quería decirle que casi ya no se acordaba de lo bien que la pasaban, tampoco se acordaba de lo mal que la pasaban, quería decirle que ya no lo recordaba como su pareja, que lo recordaba como un tipo, aunque sonara frio. Pero porque sonaba frio y brutal decirlo,se lo calló.
-mm
-y pensé que sería bueno hablar contigo, decirte que me da lata lo que pasó, que me da lata habernos separado y no haber hablado más...teníamos buenas discusiones.
-Era casi todo lo que teníamos.
-Habían más cosas...
-No me acuerdo.
No pudo callárselo tanto rato.
-ah...bueno sentí que te echaba de menos, no sé, me dieron ganas de hablar contigo.
El colectivo tomó una de las últimas calles antes de llegar a la casa de ella, quedaban menos de 5 minutos dentro el auto, ella se quería bajar, pero sentía que tenía que decir cosas, sería rápida y breve, como nunca podía serlo, sería lógica y no dejaría nada en el tintero.
-Yo no.
-Que?
-Yo no te echo de menos, no eramos una buena pareja, no podíamos ser compatbles, somos tan distintos y no puedes verlo, pero yo si. No estoy diciendo que sea mejor que tu, pero tu no eres bueno para mi. No te echo de menos. No te he echado de menos desde hace bastante tiempo y el hecho de que me digas eso ahora, sólo porque me viste en un colectivo después de haber terminado con la mujer que tuviste después de mi y que creyeras que había alguna posibilidad de que volviera contigo o tuvieramos un momento calentón o al menos romántico. Me sorprende y me ofende un poco, pero ya da igual, porque ya nada nos une.
-Sigues igual que antes, asumiendo cosas de mi
-No he asumido nada, estoy reaccionando a los hechos. Me bajo aqui.
-Bueno.
Ella se bajó del colectivo, tenía las mejillas enrojecidas por el momento, la adrenalina de haber cerrado esa conversación y haberlo hecho de esa forma la tenía con una mezcla entre euforia y ansiedad. Las conversaciones no eran su fuerte y esta había sido una especialmente difícil pero nada cambiaba en su vida luego de esto, no necesitaba decirle esas cosas para estar más tranquila ni para cerrar un capítulo ni pensaba en eso en las noches antes de dormirse, pero si había sido una buena oportunidad de probarse a si misma que tenía una nueva vida, de ver que la mujer que era antes probablemente hubiese caído ante la tentación de volver a estar en una relación sólo para no sentirse sola pero que quien era ahora, había puesto por delante su vida nueva, sin dramas y con Cristo.
