miércoles, 25 de septiembre de 2013

Oh sweetie you have no idea.

Me enternece que sólo veas que he rechazado todas y cada una de tus invitaciones, en otro momento me hubiese enojado, y probablemente hubiese pensado en ti como el ser más egoísta de la tierra. ¿Yo no puedo tener otros planes? ¿Es una obligación para mi aceptar tus invitaciones?
Pero no, en este momento pienso "si sólo supieras por qué"

Creo que uno de mis deseos es que no te desalientes mucho por esta situación, hay cosas que tengo que hacer, personas con las que debo hablar, tiempo con Dios que debo tener, antes de aceptar tus invitaciones. Antes de decir de inmediato "si, quiero salir a pasear contigo" porque ME ENCANTA PASEAR!
No es fácil para mi tampoco, me cuesta decir "no" y más aún a cosas que si quiero hacer. Pero es lo correcto. Me toca ser la mente aquí, la que piensa (o al menos trata) en todas las posibilidades, porque yo tengo la información, mucha información que tu no manejas, y quizá tu también, pero me basta con la mía, no voy a imaginar la información que tu si tienes.
Después de pasado este tiempo, este tiempo de dolores de guata y noches pensando y oraciones hiper dirigidas a un tema más que a los otros (Sorry about that, Father). Después de que pase el temblor como dijo Ceratti, o cuando pase la tormenta...ahí me gustaría que te pusieras bien los pantalones, como buen hombre, como hombre que invita, que habla, que llama al orden, a la transparencia y la claridad.
No sé si seas ese hombre (no te quiero idealizar y creo que estoy teniendo éxito en esa empresa) pero sé que yo quiero a ese hombre, yo quiero un hombre que sea realmente sacerdote del hogar, que se ponga los pantalones y tome las decisiones.

Sweetie, you have no idea what I've been going through for you.


No hay comentarios:

Publicar un comentario