martes, 4 de marzo de 2014

Último semestre

Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan.
Estamos perplejos, pero no caemos en la desesperación. (2° Corintios 4:8)

Me quedan 5 meses de carrera. Con los dos ramos tomados ya, estoy pasando por ese momento en que ves la muralla de Jericó que es giante e impenetrable (you shall not pass)
¿Por qué? el OPR que pude tomar, lo da Gonzáles. Sí, el mismo Gonzáles con el que me eché rotundamente Derecho Tributario la primera vez. Bonito, no?
Bueno, tuve mi primer momento de desesperación, de respirar adentro de una bolsa y correr en círculos en mi mente. Después, me acordé de quién soy, una hija de Dios. Y los hijos de Dios corremos a los brazos de nuestro Padre cuando nos vemos en dificultad (como tener clases con un profesor como Gonzáles).
Debo admitir que al principio sólo me quedé en silencio pidiendole ayuda a Papá sin palabras porque aún respiraba adentro de una bolsa imaginaria. Pero de nuevo (gracias Espíritu Santo) recordé que puedo leer La Palabra y buscar en ella la voz de Dios.

Bueno, debo admitir que después de una lectura de la Biblia (que es la respuesta de Dios a mi oración de "por favor, ayúdame, tengo miedo") llegué a lo de arriba, Corintios, y luego a lo siguiente:

"Estos son los mandatos, los decretos y las ordenanzas que el Señor tu Dios me encargó que te enseñara. Obedécelos cuando llegues a la tierra que estás a punto de entrar y que vas a poseer. Tu, tus hijos y tus nietos teman al Señor su Dios durante toda su vida. Si obedeces todos los decretos y los mandatos del Señor, disfrutarás de una larga vida. Escucha con atención, pueblo de Israel, y asegúrate de obedecer. Entonces todo te saldrá bien, y tendrás muchos hijos en la tierra donde fluyen la leche y la miel, tal como el Señor, Dios de tus antepasados, te lo prometió."  (Deuteronomio 6:1-3) 

esto se lo dice Moisés al pueblo de Israel cuando baja del monte Sinaí donde recibe los mandamientos.
Entonces estos versículos juntos, me hicieron mucho sentido. Soy hija de Dios, soy de Cristo, por tanto las dificultades no me desesperan ni me aplastan. Pero, por qué? cómo no me aplastan? porque Dios es quien me da la seguridad, de que si hago como Él me manda, Él es quien entrega la tierra, Él lo promete: "Asegúrate de Obedecer" y "Entonces todo te saldrá bien". Así, yo obedezco a quien conozco, y obedeciendo a Dios en base a mi conocimiento de Él, todo va a salir bien, porque Él mismo me prosperará. No por lo que yo haga, sino por amor de Sí mismo, porque Él es justo y cumple sus promesas.
Esto me tranquilizó, no estoy diciendo que iré con toda la pachorra a lo más Pablo a cada prueba, pero sí sé que delante de mi, va el más grande, el que es mayor que todos y todo y los supera infinitamente. Delante de mi, va mi Padre, y Él si puede pasar el OPR de tributario y Derecho Comercial II. Yo tengo que cumplir con obedecer y glorificarle con mi esfuerzo y valentía (Josué 1:9) tanto en el estudio, como en la búsqueda constante de Él.

Gracias Señor, Tu misericordia es infinita.

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